Metedlos a todos (sin excepción) en un jumbo 747, transportadlos hasta la mitad del océano y arrojadlos al agua. Que sean todos pasto de tiburones, que agonizen devorados por todas las alimañas marinas. Es posible vivir sin estos chupasangres, inútiles e irresponsables. No los necesitamos para nada porque solo crean DISCORDIA.
(Deseo libertario en un mes de enero agitado y revuelto por Filomena. Después de unas fiestas navideñas silenciosas, sin diálogos de sobremesa, mucho cine, con dolor muscular, tensión, semiconfinados y sin sexo).