A Francisco de Goya y Lucientes le tocó vivir el tránsito del Antiguo Régimen al Nuevo Régimen. Su época coincidió con cinco reinados: Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, José I y Fernando VII. Vivió Goya nada más y nada menos que 82 años ( 1746-1828).
Su primera época creativa, entre 1770 y 1792 aproximadamente, está dominada por la temática costumbrista, por la luz y el color. También hay abundantes retratos y autorretratos. Trabaja para la Real Fábrica de Tapices, recibe encargos de la Iglesia. Este primer periodo coincide con el reinado de Carlos III y el principio del de Carlos IV.
1792 marca un antes y un después en la carrrera del pintor aragonés. Una incipiente sordera le conduce a otro periodo radicalmente distinto. Aparecen la amargura, la desesperación, la angustia vital, el pesimismo. Goya se vuelve más introspectivo. Buena prueba de ello son obras como "Casa de locos" o la serie de Los caprichos. En estos últimos se observa una clara voluntad crítica con la sociedad del momento.
Poco a poco va consolidando un estilo punzante, demoledor, atrevido. Como en "La familia de Carlos IV" (1800). Goya aprovecha su privilegiada situación -primer pintor de la Corte-. para realizar retratos con una notoria carga psicológica. Otro ejemplo, el que hizo al valido del rey, Godoy.
Y así se llega a un hecho capital a principios del siglo XIX: el estallido de la guerra contra la Francia napoleónica. La terrible contienda (1808-1814) agrava el estado de ánimo del pintor, el pesimismo hacia el ser humano. Como consecuencia de ello, produce la serie Los desastres de la guerra, en la que destaca "Los fusilamientos del 3 de mayo" (1815).
Fernando VII había subido al trono español. Desde el principio se declaró enemigo del reformismo constitucional y de la libertad. Goya se traslada a la "Quinta del Sordo". Seguramente aplaude el Trienio Liberal, protagonizado por Riego entre 1820 y 1823. Pero eso no impide que plasme su serie pictórica más inquietante: las Pinturas negras.
Son una explosión de violencia, horror, pesimismo absoluto, expresionismo desesperado. Obras como "El coloso", "Saturno devorando a uno de sus hijos" o "Duelo a garrotazos", son un claro exponente.
Después del Trienio Liberal, Fernando VII desencadena una represión implacable contra los liberales. Se viven unos años de oscurantismo y superchería, en los que destacan los últimos procesos llevados a cabo por la Inquisición. Goya se exilia en Burdeos, donde en uno de sus últimos dibujos afirma: "Aún aprendo".
